Si un ministerio no señala a las personas hacia Aquel que fue, y es, y que ha de venir, será juzgado severamente en esta hora. Aquellos que realmente exaltan y honran al Cordero de Dios no tienen interés en ser vistos o escuchados.

No buscan una plataforma o un micrófono para promocionarse. Las cosas que denotan el "éxito" ministerial en nuestros días, como grandes edificios, grandes seguidores y popularidad, no son de interés para los verdaderos mensajeros del Cordero.

En realidad, el Señor está guiando a Sus verdaderos ministros y amigos del novio en este momento a hacer lo contrario de lo que se necesita para construir un gran ministerio. Él está quitando la sabiduría humana y todo lo que hemos utilizado en nuestros propios esfuerzos para construir su Iglesia, porque no compartirá su gloria con otros. Él está levantando ministerios no convencionales. Aleluya

Mi nombre es Cesar y soy una voz en el desierto

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