Moisés y Saúl fueron ambos líderes. El precio de su desobediencia fue bien fuerte. Cuanto más maduros somos, mayor es nuestro juicio de desobediencia. Santiago 3: 1 dice: "Hermanos míos, no muchos de ustedes se conviertan en maestros, sabiendo que recibiremos un juicio más estricto".
Escuchen la Palabra del Señor, aquellos de ustedes en liderazgo. Su responsabilidad y responsabilidad son mucho mayores. Sé un líder fuerte en obediencia a Dios. No permita que su fuerza radique en la aprobación y aceptación de aquellos a quienes dirige. Tampoco dejes que tu fuerza te tiente a la dureza o la intimidación sobre las personas. Los mayores líderes del reino son aquellos que obedecen a Dios, incluso cuando existe una gran presión sobre ellos. La Palabra de Dios y su camino siempre serán perfectos al final.
Mi nombre es Cesar y soy una voz en el desierto
#avoiceinthedesert
#vozeneldesierto
www.mywalkwithmycreator.com
No comments:
Post a Comment