La invitación de Dios es para todos, pero esa invitación exige una dedicación y una consagración. Contar el costo y pagar el precio son términos que ya no escuchamos hoy en el mercado del cristianismo occidental, pero este lenguaje se encuentra en todas partes en las Escrituras. Es hora de despertar a la iglesia dormida.
Como escuché decir a un ministro, ella puede ser despertada amablemente con un beso o ser sacudida con la severidad del Señor (Rom. 11:22). Es nuestra elección. Si lo posponemos para el futuro, exigirá sus sacudidas, que a menudo vienen en forma de pruebas, pruebas y tribulaciones, o una crisis que expondrá nuestro orgullo y nuestras formas torcidas. Pura sinceridad es lo que el Señor desea.
Mi nombre es Cesar y soy una voz en el desierto
www.mywalkwithmycreator.com
#avoiceinthedesert
Como escuché decir a un ministro, ella puede ser despertada amablemente con un beso o ser sacudida con la severidad del Señor (Rom. 11:22). Es nuestra elección. Si lo posponemos para el futuro, exigirá sus sacudidas, que a menudo vienen en forma de pruebas, pruebas y tribulaciones, o una crisis que expondrá nuestro orgullo y nuestras formas torcidas. Pura sinceridad es lo que el Señor desea.
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